jueves, 30 de junio de 2016

La elegancia del erizo de Muriel Barbery


LA ELEGANCIA DEL ERIZO,  MURIEL BARBERY
 Jueves 30 de junio 2016




"Todas las familias felices se parecen entre sí; las infelices son desgraciadas en su propia manera." 

Guerra y paz, León Tolstoi




Muriel Barbery (Casablanca, Marruecos, 1969) es una escritora francesa, profesora de filosofía, autora de las novelas Una golosina (Une gourmandise, 2000), traducida a doce lenguas, y La elegancia del erizo (L'Élégance du hérisson, 2006). Esta última obra ha tenido un gran éxito en su país con más de 30 ediciones y más de un millón de ejemplares vendidos y ha sido traducida a numerosos idiomas. La directora francesa Mona Achache ha rodado la película El erizo basándose en esta novela.  





1. La elegancia del erizo. Año de publicación: 2006


2. Género: novela


3. Tema: tras la apariencia dura y desagradable que simboliza el erizo se oculta la sensibilidad y la inteligencia nada común de unos personajes solitarios y aislados que superan ese aislamiento rodeándose de belleza y de un análisis profundo e irónico de la realidad que les rodea.

Crítica a la burguesía parisina y a la sociedad moderna en general por su frivolidad, superficialidad y banalidad.


4. Personajes principales:

Renée Michel: Portera, cincuenta y cuatro años, desde hace 27 trabaja en el Nº 2 de la calle Grenelle; viuda, tiene un gato llamado León - por León Tolstói. Como encuentra que la vida es una vulgaridad,  lee filosofía y escucha música clásica. En su infancia fue una niña apática y casi minusválida, tan cargadas de espaldas que casi parecía jorobada. A los 12 años dejó el colegio para trabajar en casa y en el campo con sus padres y sus hermanos. A los 17 se casó con Lucien. Viene de un pueblito de Puteaux. Paloma dice de ella:

"tiene la elegancia del erizo: por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes."

Para el señor Ozu, la señora Michel será una princesa clandestina y erudita.

Paloma Josse: Hija menor de los Josse. Vive en la quinta planta del Nº 2 de la calle Grenelle, en un piso de ricos; tiene 12 años y el día que cumpla los trece (16 de junio) ha decidido suicidarse. Es superdotada y mantiene la teoría de que la vida es una farsa y que como si de una pecera se tratara, “La gente cree ansiar y perseguir estrellas, pero termina como peces de colores en una pecera". Está en octavo y tiene un amor especial por Japón y su cultura.

Colombe Josse: Hija mayor de los Josse. Estudia filosofía en la École Normale Supérieure y está haciendo un máster sobre Guillermo de Ockam. Según Paloma por mucho que estudie en una de las universidades más prestigiosas de Francia, todavía cree en Papa Noel, porque es totalmente pueril. Colombe es un cero a la izquierda, señala.

Solange Josse: La madre, tiene 45 años, es doctora en letras, se pasa la mayor parte del tiempo molestando con sus referencias literarias. Según Paloma su doctorado le ha servido para escribir las invitaciones sin faltas de ortografía. Desde hace diez años visita a su psicoanalista el doctor Theid y es adicta a los somníferos.

El señor Josse: El padre. No se menciona su nombre, es diputado socialista ex ministro y probablemente llegue a ser Presidente de la Asamblea Nacional.

Manuela Lopes: Portuguesa, nacida en Faro, trabaja como asistenta para los Arthens y los Brooglie; lo hará también, más adelante, para el señor Ozu. Es amiga de Renée y baja habitualmente a la portería donde, bebiendo té, ha hecho amistad con la portera, jamás se han tuteado. Tiene unos ademanes muy aristocráticos.

Kakuro Ozu: Es un señor de unos sesenta años, japonés, muy educado y elegante. Toda su persona irradia amabilidad. Tras la muerte de Pierre Arthens, será el nuevo propietario de la cuarta planta. Es jubilado, un hombre muy rico y tiene un asistente llamado Paul N’Guyen.


5. Estructurada en capítulos independientes. Dos narradoras en primera persona, que se alternan en cada capítulo  con numerosas reflexiones filosóficas y digresiones de tipo cultural. Tono irónico.


6. Algunos comentarios sobre esta novela:


- EL PAÍS, 5 de octubre, 2007: Aurora Intxausti, Los personajes solitarios de Muriel Barbery


Un libro que cae de una estantería, un gato que sitúa sus patas sobre el nombre de una mujer y la imaginación de Muriel Barbery (Bayeux, Francia,1969) han posibilitado que los lectores puedan tener entre sus manos La elegancia del erizo (Seix Barral), una oda a la belleza de las personas que nos rodean y una crítica mordaz a la burguesía francesa. La escritora habla en su literatura de la soledad, de la inteligencia del individuo y de la solidaridad. La elegancia del erizo descubre a mujeres y hombres que viven juntos pero en mundos diferentes, separados por la cultura y las condiciones sociales. Cuenta una historia que emerge del número 7 de la calle Grenelle, un inmueble burgués de París, en el que nada es lo que parece. Dos de sus habitantes esconden un secreto. Renée, la portera, lleva mucho tiempo fingiendo ser una mujer común. Paloma tiene 12 años y oculta una inteligencia extraordinaria. Ambas llevan una vida solitaria, mientras se esfuerzan por vencer la desesperanza.

El personaje de la portera aparece fugazmente en La golosina, el anterior libro de la escritora, profesora de Filosofía en Bayeux, trabajo que abandonará durante un tiempo tras el éxito editorial logrado en su país. "Deseé crear un personaje en el que cupiese el desarraigo y la soledad más absoluta y que al mismo tiempo tuviese la capacidad de tener un amplio conocimiento de la vida y fuese una sabia". Muriel Barbery ha llegado a la conclusión de que "la inteligencia es algo transversal a todos los estratos sociales" y, por ello, tanto Renée como Paloma pueden compartir las mismas inquietudes intelectuales. A pesar de tener un físico muy poco agraciado, Renée es, en realidad, una experta en gramática, sensible con las naturalezas muertas holandesas, que lee a Tolstói, escucha a Mozart y al rapero Eminem, y le encanta el cine japonés de Ozu -una pasión que comparte también la escritora, que se trasladará un año a Villa Kujoyama en Japón para escribir su próxima novela-. "Si hubiera una intención en el libro sería la de mostrar a unos personajes solitarios", subraya Barbery, quien explica que la aparición de Paloma, que escribe un diario doble, se produjo cuando llevaba escrito el 80% del libro y tuvo que volver a empezar para darle un protagonismo mayor.

En La elegancia del erizo, la escritora alude a las dificultades de algunos seres humanos para entablar relaciones. "Es algo que a mí me resulta muy difícil. La mayor parte de mi vida la he pasado en un círculo muy restringido por el temor a lo desconocido". Habla Barbery de su crítica a la burguesía en el libro. "En mi país hay una gran fractura entre las clases sociales y un elitismo cultural muy fuerte. El fenómeno de la integración de la inmigración ha sido un absoluto fracaso".

La escritora se ruboriza ante una sesión fotográfica y huye de las cámaras de televisión, una timidez que le llevó a pensar en sus inicios que su obra jamás iba a ser publicada. "Cuando escribes te metes en un mundo impenetrable, tan íntimo que me resulta chocante que se vaya a publicar o salir a la luz lo que imagina mi mente y se va reflejando en el ordenador. Admiro a los escritores que tienen un plan o una estructura, pero yo me siento por la mañana y no sé hacia dónde voy a tirar. Además, si lo sé, malo, porque seguro que luego no vale para nada. Hay momentos en los que tengo la impresión de estar como en trance". Su peculiar forma de escribir se condensa en capítulos muy cortos que dejan al lector expectante ante los acontecimientos que va descubriendo en La elegancia del erizo.


- La elegancia del erizo, Muriel Barbery, Ligia Pérez de Pineda, Guatemala

La narración está estructurada en dos perspectivas en primera persona con un mismo escenario, una especie de 13 rue del Percebe de la alta sociedad de París. Una es la de la de joven Paloma y la otra la de la madura Renée Michel. Sus consideraciones se van alternando a lo largo del libro en cortos capítulos, significadas las dos perspectivas en la impresión del libro con distinto empleo de fuentes. La esencia de este agridulce cuento, además de establecer una mirada irónica y sardónica sobre muy diversas costumbres y formas de pensar (en un recorrido muy plausible por su enfoque plural e incisión mordaz) es la del encuentro de dos caracteres solitarios, inadaptados, especiales, que buscan su evasión a través de la cultura y el desprecio de una sociedad marcada por la apariencia y la mediocridad. De manera preferente es la belleza y la sensibilidad aportada por sus querencias las que fundamentan su inmersión y evasión artística, que no es más que una búsqueda de felicidad fugaz en un mundo vulgar.

Globalmente el libro, de prosa elegante y musical, no deja de ser un canto de amor a la vida, al arte, a la beldad con que el arte recoge la vida y a la posibilidad de hallar a gente de interés dentro de tanta vulgaridad. Muriel Barbery sabe crear situaciones de humor, contiene agudas apreciaciones vitales, y posee sensibilidad y lirismo en los momentos dramáticos. Lo confieso: me ha encantado La elegancia del erizo. Es de esos textos en los que encuentras una buena parte de ti mismo.


- Muriel Barbery: La elegancia del erizo, Eugenio Sánchez Bravo, 8 octubre, 2007


Novela de éxito en Francia que, probablemente, terminará escalando posiciones entre las listas de los libros más vendidos también en España, y quién sabe si en el resto del mundo. Tiene el libro todas las cualidades necesarias para convertirse en el regalo perfecto para adolescentes en navidad. La forma, dos diarios que comienzan paralelos y terminan encontrándose, dos vidas solitarias que terminan por hallar una en otra su complemento necesario. La trama es irrelevante, pues pertenece al subgénero de literatura juvenil. El contenido de los diarios es una heterodoxa iniciación a problemas filosóficos de actualidad: el sentido de vida, la crítica a los valores de la sociedad occidental, la lucha de clases, la utilidad de la psiquiatría o la salvación individual a través del arte y la belleza. Aquí y allá, implícita o explícitamente, Platón, Schopenhauer, Nietzsche, Kant, Husserl, Ockham… Y un punto de vista acerca de la filosofía en el que hay cierto consenso: la filosofía no puede reducirse a mero análisis de textos tal y como ocurre en la mayoría de tesis doctorales donde más que filosofar se realizan autopsias a cadáveres que llevan cientos de años pudriéndose. La filosofía, como decían Spinoza o Nietzsche, debe ser pensamiento sobre y para la vida. Tiene, por tanto, la novela de Barbery algunas afinidades con otra novela de éxito El mundo de Sofía, de Jostein Gaardner, aunque hay que reconocerle a La elegancia del erizo cierta potencia reflexiva y ciertas cualidades literarias de las que carece la primera.

Un elemento esencial de la novela es el papel que juega en ella la cultura japonesa a través del haiku, las películas de Ozu, el manga, su exquisita cocina y ese impulso oriental innato para encontrar la belleza en lo más pequeño y efímero. La cultura japonesa se convierte para los personajes principales en tabla de salvación frente a la vulgaridad, el vacío y la hipocresía de Occidente. Lo japonés se erige en ideal de búsqueda insaciable de Belleza y Verdad en lo cotidiano. Estas tesis convierten a la novela de Barbery en la antítesis de otra novela relativamente reciente, Estupor y temblores de Amelie Nothomb (Barcelona: Anagrama, 2000). Nothomb, nacida en Kobe -Japón- en 1967, muestra el lado oscuro de la cultura japonesa. En esta autobiografía novelada narra su experiencia vital del funcionamiento de la sociedad japonesa. Una sociedad obsesionada por la jerarquía y absolutamente machista, donde ser mujer y occidental, es motivo suficiente para sufrir en el mundo laboral una forma especialmente sádica de esclavitud. Creo que ambas novelas se complementan en su visión de la realidad japonesa.

Para terminar, opino que La elegancia del erizo puede ser relativamente recomendable como lectura de iniciación a la filosofía. Siempre y cuando no se le atribuyan excesivos méritos literarios.
Ficha elaborada por Ana Isabel Martínez Valiente

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