MAYA ANGELOU, YO SÉ POR QUÉ CANTA EL PÁJARO ENJAULADO
Jueves, 26 de mayo 2016
1. La autobiografía afroamericana. Etapas en su evolución y características
fundamentales:
- Conexión con África: Narración de la
vida de Olaudah Equiano, el Africano, 1789
- Narrativas de esclavos: antes de la Guerra (Narración de la vida de Frederick
Douglass, esclavo americano, escrita por
él mismo. Frederick Douglass, 1849).
Después de la Guerra: Up From Slavery. Booker T. Washington, 1901
- Renacimiento negro de Harlem: Langston Hughes: The Big sea: An Autobiography,
1940,
y I Wonder as I Wander: An Autobiographical Journey,
1956
- Wall
Street Crash (1929) y
Depresión Económica: Autobiografía afroamericana
moderna. Richard Wright: Chico negro (1945), Zora Neale Hurston: Dust Tracks
on a Road
(1942)
- Autobiografía negra contemporánea:
Años 60 - Martin L. King: Why we
Can’t Wait (1964)
The Autobiography of Malcolm X (1964)
Años 70
- LeRoi Jones / Imamu Amiri
Baraka: Autobiography (1984)
Maya Angelou: Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado (1970)
Angela Davies:
An Autobiography (1974)
Años 80 - Jamaica Kincaid y la narrativa autobiográfica
afrocaribeña
El género autobiográfico ocupa un lugar de preeminencia entre las
tradiciones narrativas de la América negra. Los afroamericanos habían estado
escribiendo en primera persona su vida casi un siglo antes de que apareciese la
primera novela americana negra en 1853 (Clotel
de William Wells Brown, subtitulada
A Narrative of Slave Life in the
United States) cuyo autor, esclavo fugitivo, había logrado su fama
literaria al escribir su autobiografía. Desde entonces, la historia de la
narrativa afroamericana ha estado marcada por una estrecha relación entre la
autobiografía y su sucesora, la novela. El número de novelas afroamericanas
importantes que se leen o son presentadas como autobiografías confirman la idea
reciente de un crítico negro de que: “la nuestra es una tradición
extraordinariamente autorreflexiva”.
Desde
que en el siglo XVIII aparecen las primeras manifestaciones de las slave narratives – narraciones de
esclavos - hasta nuestros días la autobiografía negra ha testimoniado el compromiso
del pueblo negro en la búsqueda de sus derechos como individuos y como
ciudadanos americanos de origen africano y ha sido también un medio poderoso de
denunciar y cambiar la realidad cultural y politicosocial en los Estados
Unidos. Pero es especialmente en la segunda mitad del siglo pasado cuando este
género es considerado un fenómeno de importancia literaria y de gran relevancia
como documento social.
El
estudio crítico de la autobiografía negra no sólo ha iniciado nuevos campos en
el estudio de la biografía sino que, en cierto modo, ha precipitado el avance
de los estudios autobiográficos de mujeres, indios, hispanos y autores del
llamado Tercer Mundo en general.
La
autobiografía afroamericana presenta cinco etapas en su evolución desde las
primeras obras narrativas escritas por esclavos traídos de África como es el
caso de Olaudah Equiano cuya Narrative
se publica en 1789. De forma
esquemática dichas etapas serían:
1ª, la slave narrative prebélica (es decir, toda la obra narrativa
escrita por esclavos fugitivos antes de la Guerra de Secesión, 1861-1865)
2ª, la slave narrative postbélica escrita
por antiguos esclavos una vez que esta institución - la esclavitud - ha sido
abolida
3ª, la autobiografía escrita en
torno a los años 20 en el llamado Harlem o
New Negro Renaissance: James W.
Johnson y Langston Hughes anticipan un tipo de autobiografía negra
ficcionalizada
4ª, la autobiografía moderna, escrita durante el período de depresión
económica que comienza con el crash
de 1929 y cuyos principales representantes son Richard Wright, Zora Neale Hurston y Chester Himes y para los
que la autobiografía es un medio que contribuye a dar expresión al yo americano
desposeído
5ª, la autobiografía contemporánea que se desarrolla a los largo de los
años 60 y 70, profundamente influida por Chico
negro y que tiene en autores como LeRoi Jones, Maya Angelou y Angela Davies
algunas de sus voces más inspiradas. La autobiografía aparece como la expresión
del Black Power y refleja la necesidad por parte del pueblo negro
de ser comprendido en términos no impuestos desde el exterior: la
autorrepresentación que busca la articulación de una identidad individual y
colectiva,
A
lo largo de las últimas etapas se ha producido además una fragmentación de la
narración autobiográfica en diferentes partes o volúmenes. Por ejemplo, Richard
Wright describe su trayectoria vital en diversos libros de los cuales el más
famoso, Chico negro (1945), presenta un yo narrador adolescente,
solitario y completamente enfrentado al mundo que le rodea. Maya Angelou, por su parte, desgrana su vida a lo
largo de los cinco volúmenes que componen su autobiografía, aportando no sólo
su negritud sino el hecho de ser mujer.
La escritora afrocaribeña Jamaica Kincaid da un
paso más en el desarrollo de la autobiografía contemporánea. Fragmenta la forma y la historia simbolizando así su propio yo
escindido. El estilo se rompe en innumerables frases que se repiten, los recuerdos se entremezclan y la narración
autobiográfica se divide en una serie de libros que cuentan la historia
personal y familiar, de forma que la visión parcial que cada uno de ellos
aporta configura las piezas de este particular universo de la escritora
caribeña a quien podemos incluir en este género como una de las escritoras
afrocaribeñas que más ha ayudado con su obra a la reconstrucción de una
identidad femenina, negra y caribeña que ha tenido que redefinirse a sí misma a
partir de la negación que la mentalidad colonizadora y esclavista había
construido para ella.
Joseph Bruchac en Black
Autobiography in Africa and America9 distingue tres tipos de autobiografía negra:
-
autobiografia política escrita por alguien de
considerable importancia política y social
(Malcolm X, Martin L. King),
-
autobiografía escrita por autores en las que se presentan
experiencias y temas que el escritor ya ha utilizado en otras obras siendo su
calidad literaria mayor que en el grupo anterior (Langston Hughes, Richard Wright),
-
novela autobiográfica, obra de ficición que presenta a
un personaje que cuenta la historia de su vida o bien crea un personaje que es
una máscara del autor y vive las propias experiencias del escritor.
A pesar de las diferencias entre los diversos tipos de
autobiografía hay en todas ellas dos elementos constantes que Maya Angelou
incorpora: el deseo expreso de vivir como cada uno elija y la crítica tácita o
explícita de las condiciones externas que delimitan o anulan la libertad de
elección personal. Ambos elementos representan los dos puntos donde la
autobiografía y la ficción negra se vuelven inseparables y se explican la una a
la otra.
Por lo que se refiere a la autobiografía femenina, debemos
tener en cuenta que las mujeres serán agentes fundamentales en el proceso de
emancipación de la comunidad esclava convirtiéndose en el eje de la resistencia
a la ideología dominante. Los esclavos que huían eran animados a contar su
historia provocando la aparición de los primeros relatos en primera persona y
con ello de la autobigrafía – Mary Prince y su The History of Mary Prince, A West Indian Slave, Related By Herself
(1831) -. Desde la abolición de la esclavitud hasta nuestros días y,
especialmente, desde 1980, ha sido notable el volumen de producción femenina, particularmente en el mundo afrocaribeño
anglófono.
La
variedad temática sobre la que escriben todas estas mujeres es enorme. Sin
embargo, coinciden en el planteamiento de una serie de temas:
-
el interés en temas de carácter político e histórico
-
género, raza y clase
-
coexistencia de unas formas narrativas convencionales realistas junto
a formas más renovadoras propias del
modernismo
-
auge de la novela autobiográfica debido a un interés mayor por lo
personal - privado y emocional - que por lo público y por hechos que afecten a
la vida privada
-
las relaciones hombres / mujeres vistas desde el punto de vista de la
mujer que se siente maltratada y objetivizada por el poder masculino de forma
que sobre ella
recae una forma de opresión
racial, social y patriarcal, muchas veces asociada al poder colonizador
-
las relaciones madre / hija en las que la figura materna aparece
descrita de una
forma ambivalente pero con mucha
más fuerza que la figura del padre
-
por último, la búsqueda de una identidad negra, tema central y común
tanto en mujeres como en hombres escritores.
Otras muchas características de la autobiografía negra
aparecen en Maya Angelou: realismo y autenticidad histórica en la
representación de la violencia, injusticia, pobreza, negación de aspiraciones o
incluso de la cultura – recordemos la ceremonia y el discurso de graduación en
la Escuela Profesional; presentación de héroes solitarios que luchan por
comprenderse a sí mismos y comprender la realidad que les rodea; creación de una imagen de disparate y locura
cercana al teatro del absurdo. En muchos casos esa locura de la realidad
externa al protagonista conforma a los personajes de la literatura negra:
reconociendo una situación como absurda e imprevisible se adaptan a ella para
sobrevivir, convirtiéndose en maestros del disfraz físico y psicológico – la
primera parte del discurso de Henry Reed adoptando la actitud de Hamlet, los
consejos de Shorty a Richard en Black
Boy, la máscara de infancia que adopta este personaje para contarnos su
pasado o las máscaras de Malcolm X para esquivar a sus cazadores.
Detrás de este juego de máscaras y cambios de
personalidad, aparentemente absurdo, se esconde la búsqueda de una estructura
vital e histórica y el fuerte deseo de ordenar los recuerdos caóticos y en
ocasiones violentos, modelando una vida en torno al viaje, el peregrinaje, la
odisea, siempre hacia el norte, como único medio de preservar su
humanidad y su integridad, camino de la oscuridad a la luz, camino hacia la liberación del yo mediante la palabra, el
conocimiento – el hambre de saber de Richard Wright o la pasión por la lectura
y los libros de Maya Angelou y Jamaica Kincaid.
Maya Angelou
escribe un tipo de autobiografía muy ficcionalizada que plantea, en ocasiones,
serias dudas acerca de la veracidad de lo que cuenta. Sin embargo, su obra puede
ser estudiada desde una perspectiva
autobiográfica y desde su pertenencia a una generación de escritores que,
autoexiliados, huyen hacia el norte en busca de la libertad como hicieron los
primeros esclavos fugitivos quienes propiciaron la aparición de este género al
utilizar la escritura como vehículo de expresión, de denuncia de su
situación y de reivindicación de sus
derechos.
2. Cronología general:
1619 - Primeros africanos llevados a Estados Unidos.
1661 - Reconocimiento legal de la esclavitud en una
colonia norteamericana (Virginia).
1700
- The Selling of Joseph, de Samuel Sewall,
primer panfleto antiesclavista en Norteamérica.
1760
- A Narrative of the Uncommon Sufferings, and Surprizing Deliverance of
Briton Hammon, a Negro Man, primer autobiógrafo afroamericano.
1770 - A Narrative of the Most Remarkable
Particulars in the Life of James Albert
Ukawsaw Gronniosaw, an African Prince.
1776 - Declaración de Independencia de Estados
Unidos de Gran Bretaña.
1789
- The Interesting Narrative of the Life of Olaudah Equiano, or Gustavus
Vassa, the African, Written by Himself, primera autobiografía afroamericana
convertida en un best-seller
internacional.
1808 Prohibición del comercio de esclavos por
parte del Congreso Norteamericano.
1831 - lnsurrección de Nat Turner’s en Southampton,
Virginia.
Fundación de la New England Anti-slavery Society,
dirigida por William Lloyd
Garrison.
1845
- Narrative of the Life of Frederick Douglass, an American Slave, Written
by Himself
1855 -
Frederick Douglass, My Bondage and My Freedom
1861 -
Harriet Jacobs, Incidents in the Life of a Slave Girl
1896
- “Separate but equal”, doctrina de segregaciónn defendida por la
Corte Suprema de los Estados Unidos.U.S.
1901
- Booker T. Washington, Up from
Slavery
1931
- Muerte de Ida B. Wells
1942
- Zora Neale Hurston, Dust
Tracks on a Road
1945
- Richard Wright, Black
Boy
1953
- George Lamming, In the
Castle of My Skin
1954 - La Corte Suprema declara
ilegal la segregación racial en los colegios publicos;
Camara Laye,
L’enfant noir
1965
- The Autobiography of Malcolm X
1968
- The Autobiography of W. E. B. Du Bois
1969
- Maya Angelou, I Know
Why the Caged Bird Sings
1970
- Ida B. Wells, Crusade
for Justice
1973
- Derek Walcott, Another
Life
1974
- Theodore Rosengarten, All God’s Dangers: The Life of Nate
Shaw
1982
- Audre Lorde, Zami: A
New Spelling of My Name
1987 -
Kesho Scott, Cherry Muhanji, Egyirba High, Tight
Spaces (American Book
Award)
3. Maya Angelou (1924-2014):
biografía y obra
Acontecimientos más importantes
en la biografía de Maya Angelou que aparecen reflejados en Yo sé
por qué canta el pájaro enjaulado:
Década 1928-1937:
-
Marguerite
Johnson, descendiente de esclavos, nace el 4 de abril de 1928 en St. Louis, la
segunda hija de Bailey y Vivian Baxter Johnson. Su hermano, Bailey, es quien le
da el nombre de Maya.
-
Su familia se
traslada a California siendo ella todavía un bebé.
-
Cuando tiene
tres años y medio sus padres se divorcian. Maya y su hermano son enviados a
vivir a Stamps, Arkansas, con su abuela paterna, Annie Henderson.
- A la edad de siete años es violada por un
amigo de su madre y, como reacción,
permanece
muda durante cinco años.
Década
1938-1947
-
Durante su
adolescencia lleva una vida muy activa en el colegio, en la iglesia y
trabajando en el almacén de la familia. En 1940 después de obtener la
graduación con mención honorífica en Lafayette Country Training School, Maya y
su hermano se trasladan a San Francisco a vivir con su madre quien se había
vuelto a casar recientemente.
-
Mientras está
aún en la High School recibe una beca de dos años para estudiar danza y drama
en la California Labor School.
-
En 1945 da a
luz a su hijo, Guy Johnson. A partir de entonces y para poder mantenerse ambos
realiza todo tipo de trabajos, entre otros ser la primera mujer negra cobradora
de tranvía en San Francisco.
Cronología de
autobiografías:
-
Yo sé por
qué canta el pájaro enjaulado
(1969): Hasta 1944 (17 años)
-
Encontraos en mi nombre (1974): 1944–48
-
Singin' and Swingin' and Gettin' Merry Like Christmas (1976): 1949–55
-
The Heart of a Woman (1981): 1957–62
-
All God's Children Need Traveling Shoes (1986): 1962–65
-
A Song Flung Up to Heaven (2002): 1965–68
4. Sympathy, Paul
Laurence Dunbar, 1899
I know what the caged bird feels, alas!
When the sun is bright on the upland slopes;
When the wind stirs soft through the springing
grass
And the river flows like a stream of glass;
When the first bird sings and the first bud
opes,
And the faint perfume from its chalice steals -
I know what the caged bird feels!
I know why the caged bird beats his wing
Till its blood is red on the cruel bars;
For he must fly back to his perch and cling
When he fain would be on the bow a-swing;
And a pain still throbs in the old, old scars
And they pulse again with a keener sting -
I know why he beats his wing!
I know why the caged bird sings, ah me,
When his wing is bruised and his bosom sore, -
When he beats his bars and he would be free;
It is not a carol of joy or glee,
But a prayer that he sends from his heart’s
deep core,
But a plea, that upward to Heaven he flings -
I know why the caged bird sings.
Compasión
Sé lo que siente el
pájaro enjaulado, ¡ay!
Cuando luce el sol sobre
las faldas de las colinas
Cuando el viento juega
blando con los brotes de hierba
Y el río fluye como una
corriente de cristal
Cuando canta el primer
pájaro y el primer capullo abre
Y el primer perfume de su
cáliz escapa
Sé lo que siente el
pájaro enjaulado
Sé por qué el pájaro
enjaulado bate las alas
Hasta que su sangre
enrojece los crueles barrotes
Porque debe saltar atrás
y aferrarse a su percha
Cuando él gozoso estaría
siendo flecha
Y el dolor de las
antiguas cicatrices aún palpita
Y con aguijón más sutil
de nuevo laten
Sé por qué el pájaro enjaulado
bate las alas
Sé por qué el pájaro
enjaulado canta, ¡ay de mí!
Con el ala arañada y el
pecho pelado
Cuando rompa sus barrotes
será libre
No es canto de gozo o
júbilo
Sino una oración que
eleva desde el fondo de su corazón
Sino una súplica que a lo
alto del cielo lanza
Sé por qué canta el
pájaro enjaulado
5. Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado (1969)
Narrativa de crecimiento, crónica de una muchacha
afroamericana creciendo en el sur rural de los años 30, escrita al final de la
turbulenta década de los 60, en la que hay, de nuevo, un fuerte debate político
pero en esta ocasión en torno a los movimientos sobre los derechos civiles y la
liberación de la mujer. Maya Angelou decide escribir su autobiografía porque
considera insuficiente lo que se había dicho sobre las young black girls en los Estados Unidos. Además, ella quiere
recordar a las mujeres afroamericanas que, a pesar del dolor, el sufrimiento y
los obstáculos que padecen, aún queda el humor y la gran protección que emanan
del calor y la diversidad cultural que caracterizan a la comunidad
afroamericana y que emanan fundamentalmente de la familia y la religión. El
tono es desenfadado, en ocasiones cómico, absurdo y casi al borde de lo grotesco – la escena de la
pelea en la Iglesia Episcopal Metodista Cristiana en el capítulo 6 podría servir de ejemplo.
Por otro lado, Yo sé
por qué canta el pájaro enjaulado no es la historia aislada de un individuo
sino un cuento universal de supervivencia en el que todas las voces se
confunden y unen en una sola, la del artista quien, mediante un texto
multivocálico, transforma un cuento de supervivencia solitaria en una metáfora
de la liberación.
Ideología, protesta y denuncia de una situación de desigualdad
social son el tema central al igual que el
propósito final de esta autobiografía.
También la intención de crear una identidad femenina, negra, libre e
independiente.
Otro factor importante es que se trata de una autobiografía
de infancia. Si tenemos en cuenta que, según Ricard Coe, existen hasta cinco
motivaciones diferentes para escribir una autobiografía de infancia –
motivación religiosa, búsqueda de identidad, deseo de recuperar el paraíso
perdido, exorcismo y necesidad de confesarse – la autobiografía de Angelou
pertenece al segundo grupo. Añade Coe que, casi sin excepción, el hombre o
mujer que, más tarde en la vida, vuelve en la imaginación a recrear su infancia
pasada fue un niño solitario, alienado y excepcional. La soledad del niño que
pronto se convertirá en adulto y que describe su propia soledad es una de las
características de la autobiografía de infancia. Este sentimiento de soledad se
acentúa en el caso de ser un “alien”,
sentimiento de soledad y “distanciamiento” expresado en varias ocasiones por Maya
cuyos ojos infantiles contemplan el mundo que le rodea, simbolizado por una
amplia y variopinta galería de personajes que aparecen y desaparecen
fugazmente, con una mirada sorprendida, comprensiva y lúcida más propia de un
adulto que de un niño sin apenas experiencia. Pero también está presente la
cuarta motivación: la urgente necesidad de exorcizar una infancia que fue un
infierno debido al resentimiento y los temores engendrados por la violencia y
las pasiones raciales.
Maya recrea su infancia de forma novelizada alternando sus
encuentros con el racismo, sexismo y diferencias de clase con la descripción de
personas – miembros de su familia, su amiga íntima Louise Kendricks, Mrs. Flowers
– y acontecimientos (la atmósfera inestable de San Francisco, conducir un coche
sin licencia, la convivencia durante un mes con un grupo de homeless) que le ayudaron a sobrevivir a
una atmósfera opresiva convirtiéndola en una mujer independiente y segura de si
misma.
En una entrevista hecha por Claudia Tate, Maya responde a la pregunta de cómo seleccionó
los acontecimientos que aparecen en su autobiografía diciendo: “Algunos acontecimientos permanecieron en mi
mente más tiempo que otros. Otros en cambio no quedaron registrados porque fueron
tan dolorosos que no podría escribir sobre ellos de forma sincera y sin
resultar melodramática.” Y se refiere más adelante a esa idea de
colectividad que es una de las características principales de este género: mediante
la autobiografía el escritor negro logra llegar a una meta, a un futuro que no es solamente suyo sino de un pueblo y
sus ideales lo cual es para él más importante que la vida propia que nos ha
contado. Nos dice Maya al respecto en la misma entrevista:
“Cuando escribí Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado, no pensaba en mi propia vida o identidad.
Pensaba en un tiempo en particular en el que yo viví y la influencia de aquel
tiempo en un número de personas…Utilicé el personaje central – yo misma – como
símbolo para reflejar como una persona podía sobrevivir en aquellos tiempos.”
Maya, que escribe desde una perspectiva adulta, estructura
su obra no para reflejar estrictamente
la verdad sino para contarnos el proceso de su desarrollo y demostrar cómo
superó las derrotas personales y logró sobrevivir en un ambiente – cage, jaula – y un lugar – el Sur - opresivo y agresivo
para una niña negra. En este sentido hay que destacar como uno de sus grandes
logro es la ambientación histórica y sociológica que aparece en numerosas
escenas: la segregación de blancos y negros sancionada legalmente por las
llamadas Jim Crow Laws (negativa del dentista blanco a atender a
Maya), las referencias a linchamientos y violencia generalizada contra el
pueblo negro con el consiguiente miedo a salir de los límites permitidos – ghetto de Stamps -, la interiorización
del racismo que sufre Maya cuando sueña con ser una hermosa niña blanca al
igual que la inolvidable Pecola, protagonista de The Bluest Eye de Toni Morrison, que quería tener los ojos azules,
identificación con el amo que fue una de las más graves consecuencias
sicológicas de la esclavitud, falta de autoestima personal y colectiva como
consecuencia de esa visión racista de la sociedad que fomenta la imagen de la inferioridad
científica de la raza negra, la “etiqueta” racial que imponía una serie de
códigos en las artificiosas relaciones entre blancos y negros y, finalmente, la
educación en las escuelas, está todo ello tan espléndidamente pintado y
analizado en esta obra que justifica por si sola la idea de que Maya hace, en
realidad, una autobiografía colectiva de su pueblo teniendo a su yo recreado como eje unificador
de la narración.
En un artículo sobre la
autobiografía y el mito americano Spengemann y Lundquist señalan cómo el
autobiógrafo puede asumir una de las muchas identidades que conforman el mito:
profeta, héroe, villano. Dentro de este tercer grupo existe, a su vez, una
serie de personajes a los que podemos llamar outsiders quienes, por diferentes razones, no pertenecen al sistema
y lo cuestionan desde una posición de distanciamiento. Para escribir su
autobiografía, Maya Angelou adopta la actitud de un outsider, un marginal, pero dotado de un tono profético que
responde a las características del profeta analizadas por Spengemann y
Lundquist: proceso de transformación mediante la cultura, la escritura y el
aprendizaje, llamada política (racial) y artística y presencia de un
sentimiento de búsqueda y desasosiego.
La inspiración profética le llega Maya en un primer momento
en la ceremonia de graduación al escuchar el Himno Nacional Negro (capítulo 23)
pero es decisivo el momento en el que después de una fuerte discusión con la
segunda esposa de su padre, Dolores, huye de su casa y se esconde durante un
mes en un depósito de chatarra habitado por un grupo de adolescentes sin hogar.
Alejada de su familia y aceptada de forma inmediata por estos nuevos y
peculiares compañeros, Maya encuentra entre ellos un respeto, un apoyo y un
sentimiento de solidaridad que van a desencadenar su proceso de autoafirmación
y madurez unido a un sentimiento de hermandad no sólo racial sino universal
basado en la tolerancia: set a tone of tolerance
for my life.
En cuanto a la presentación del yo autobiográfico y aunque
la autobiografía de Angelou pertenece a un periodo de infancia, juventud y
aprendizaje la voz del adulto aparece constantemente. Esa voz adulta intenta
explicarnos las peculiares relaciones familiares: la fuerte personalidad de la
abuela, la fascinación por la madre, la ruptura de la “maraña edípica” por
parte de Bailey, o en cómo Maya justifica a su padre diciendo lo enloquecedor
que debe ser haber nacido con aspiraciones de grandeza en un campo de
algodón en el capítulo 30.
Maya presenta su yo en estado de constante rebeldía y
tensión contra el mundo que le rodea desde la primera escena. Sus primeros
recuerdos aparecen asociados a un pueblo pequeño y pobre del sur más racista,
Stamps, en el que el desprecio y la violencia contra los negros crean una
atmósfera de amenaza y miedo y son el origen de un profundo sentimiento de inseguridad y distanciamiento e incluso un
presagio de su posterior enfrentamiento al mundo blanco. Esta atmósfera
asfixiante – jaula - acentúa en Maya
(a quien sus padres después divorciarse han enviado a vivir a casa de la abuela)
su baja estima y sentimiento de falta de
raíces y acrecienta su complejo de inferioridad frente a los blancos así como
sus ansias de huir
Contra todo esto Maya sueña con despertarse convertida en
una hermosa chica blanca con el pelo rubio y los ojos azules e inmediatamente
la voz adulta explica: “Si el proceso de
crecimiento de una muchacha negra del sur es doloroso, ser consciente del
desarraigo es como el óxido de la navaja que amenaza cortarte el cuello.”
De esta forma Maya nos deja claro que su autobiografía va a
ser una especie de réplica femenina a la autobiografía escrita por autores
negros como Richard Wright y, frente a ellos, opone un yo autobiográfico
impregnado, por una parte, de gran cariño hacia aquellas seres que tuvieron un
efecto positivo en su vida – su abuela,
su madre, Bailey, sus amigas y Mrs. Flowers, quien le inculcó el amor a los
libros y la belleza de la palabra en aquellos momentos tan difíciles cuando la
pequeña Maya deja de hablar como reacción a su violación – y, en segundo lugar,
de un sentimiento colectivo que le dan un carácter universal. Su misión es
servir de portavoz al sufrimiento del pueblo negro, al de los pobres y al de la
mujeres pero aportando su propia superación del sufrimiento con una suave
ironía y un gran sentido del humor, todo lo cual contribuye a crear una
sensación de ternura y relax de las que carecen el resto de las obras de este
género.
La relación con la madre es uno de los temas más
interesantes en la obra de Angelou. Donna C. Stanton analiza el
“matrilinealismo” que prevalece en la obra de algunas escritoras como Hellman,
Kingston y la propia Angelou: la madre simboliza tanto el origen - que es el
mismo y diferente - como el “espejo” donde se reflejan las posibilidades del
ser en proceso de evolución. Para Maya la abuela, primero, y después la madre
son dos figuras de referencia fundamentales en su infancia y adolescencia. Maya
hace una hermosa evocación de la figura de la abuela – uno de los pilares de la
familia negra - como hacen muchas otras escritoras negras (recordemos el
paralelismo con Nanny en Their Eyes Were
Watching God de Zora N. Hurston o la abuela de Annie John de Jamaica
Kincaid) pero es la madre, fuerte y dura, quien sirve de modelo, guía y apoyo a
lo largo de toda su azarosa juventud. Es la educación materna que la mujer
recibe, lo cual impide el sentimiento de separación que el hijo adolescente
siente respecto a la madre y acentúa los lazos con el yo materno. Bailey, en
cambio, tiene que distanciarse, al menos emocionalmente, de la figura materna
si quiere madurar.
Por
último, es interesante analizar la actitud hacia el pasado por parte de la
escritora ya adulta. Maya recrea su pasado, lleno de circunstancias dolorosas,
buscando la reafirmación no sólo de su identidad negra sino de su condición de
mujer, educada para ser una criada – “a
white woman´s kitchen became my finishing school [la cocina de una mujer blanca fue mi
escuela de señoritas]”, dice en el
capítulo 16 – al igual que muchas otras mujeres negras del Sur. Reconstruye
cada hito de este pasado de forma
minuciosa, sin pudor (recordemos la narración que hace de la búsqueda de su
propia identidad sexual lo cual desencadenará su precoz maternidad), sin
idealizarlo y con un cierto sentido del humor, quizá como señala E. Jelinek,
para ocultar sus verdaderos sentimientos.
Por todo ello resulta más cercana, más humana que el retrato del
niño-héroe negro, muy hermoso pero distante y frío, que Richard Wright nos
ofrece en Chico negro.
6. Stamps es una ciudad situada en el condado de Lafayette, Arkansas. Según el censo de 2010, había
1693 personas residiendo en Stamps. La densidad
de población era de 208,18
hab./km². De los 1693 habitantes, el 41.05% eran blancos, el 56.82%
eran afroamericanos, el
0.41% eran amerindios, el 0.06%
eran asiáticos, el 0% eran isleños del Pacífico y
el 0.65% eran de otras razas.
7. Artículos en la prensa:
- EL PAÍS, 28 de mayo 2014
Maya
Angelou, una vida fabulosa, Diego A.
Manrique
Muere a los
86 años la más popular poeta estadounidense, gran figura de la cultura
afroamericana y defensora de los derechos civiles
No hay comparaciones
posibles. Maya Angelou, que falleció este miércoles, a los 86 años, alcanzó una
popularidad inimaginable para cualquier escritora perteneciente a una minoría.
Funcionó, es cierto, el toque mágico de Bill Clinton, que tuvo el acierto de
elegirla para que recitara uno de sus poemas en la inauguración de su primera
presidencia, en 1993, colocándola inmediatamente en el mainstream
cultural.
El sureño
Clinton, que alardeaba de ser el primer « presidente negro », gracias a su
afinidad con los afroamericanos, sabía lo que se hacía. Maya tenía una vida
fabulosa, quizás incluso demasiado. Con el tiempo, se discutiría la veracidad
de mucho de lo que cuenta en sus siete libros de memorias pero ella siempre se
escudó detrás de una buena coartada: escribía "ficción
autobiográfica".
Había sufrido
una infancia desdichada y una juventud truculenta. Marguerite Ann Johnson,
nacida en St. Louis en 1928, creció entre las ruinas un matrimonio roto y fue
violada a los siete años por el novio de su madre; tras la denuncia, el
miserable apareció asesinado (en los barrios negros, a veces se aplicaba una
justicia implacable). Al terminar la Segunda Guerra Mundial, ya con un hijo a
su cargo, se buscó la vida en San Francisco: entre muchos oficios, ejerció de
prostituta y proxeneta.
En 1951, tras
casarse con Tosh Angelos, un músico amateur de origen griego, derivó
hacia el mundo del espectáculo. Fue bailarina y cantante, bajo el apodo de Maya
Angelou. Una gira por Europa, cantando en la ópera Porgy and Bess,
sirvió para que ampliara sus horizontes culturales ; en París conoció al
esquivo James Baldwin, figura emblemática de la literatura negra. Aprovechó la
moda del calipso caribeño para grabar un LP en 1957, titulado Miss Calypso,
e incluso apareció en una película de serie B, Calypso heat wave.
Como un Zelig, a
partir de 1959 parecía estar en los puntos más candentes en el momento
adecuado. Implicada en la pelea por los derechos civiles, se ganó la confianza
de Martin Luther King. Formó pareja con el activista sudafricano Vusumzi Make,
lo que le permitió contemplar en primera fila el proceso de la independencia de
los estados africanos. Vivió en El Cairo y en Acra ; en la capital de Ghana
trató a Malcolm X y se adaptó tanto al mundo universitario como a los medios de
comunicación, experiencias que utilizó a su vuelta a Estados Unidos. Tras
realizar una serie de documentales para la National Educational Television, Black,
blues, black!, publicó en 1969 su primera autobiografía, I know why
the caged bird sings, el resultado del reto de un editor blanco.
Sé por qué
canta el pájaro enjaulado sería un éxito inmediato y ha continuado en
catálogo hasta hoy, abriendo una prolífica carrera literaria. Que Maya alternó
con trabajos para el cine –apareció en la serie Raices- y canciones
para Roberta Flack y otros artistas. En 1973, volvió a descolocar a la
radicalidad negra al casarse con Paul du Feu, exesposo de la feminista
australiana Germaine Greer.
Intimó en 1979
con una desconocida presentadora de Baltimore, Oprah Winfrey, que se transformó
en su discípula ; Oprah admiraba su capacidad para la supervivencia, su
habilidad para hacerse un lugar en mundos anteriormente reservados para los
hombres blancos con estudios, su populismo literario. Winfrey, ya elevada a
reina de la televisión estadounidense y creadora de su propio Club del Libro,
resultaría un vital apoyo para Maya Angelou.
Y es que Angelou
se vio envuelta en infinitas controversias, literarias y políticas. Desde los
ochenta, ejerció como inquieta profesora de universidad y conferenciante. Sus
libros eran lectura obligatoria para muchos estudiantes pero también fueron
rechazados por numerosas asociaciones de padres, debido a su carga de
sexualidad y su irreverencia religiosa. La bendición de un Clinton en la cumbre
de su popularidad abrió la temporada de los premios, que culminó en 2011 con la
máxima condecoración de Estados Unidos, la Medalla Presidencial de la Libertad,
otorgada por Barack Obama. Fiel a su espíritu guerrero, ella no dejó de
mencionar que, en las primarias demócratas se había inclinado por Hilary
Clinton.
- EL CULTURAL, 29-4-2016, Germán Gullón
La literatura es una forma de conocer a los semejantes, un escalón por
debajo del trato uno a uno, y gracias a la lectura entendemos aspectos del
carácter humano que de otra manera jamás conoceríamos. La primera vez que leí
este libro de la norteamericana Maya Angelou (nacida Margarite Johnson, 1928-2014)
me golpeó con la fuerza de un latigazo, y en las posteriores el efecto no ha
sido menor, porque aborda un asunto que desafía nuestra constitución moral: la
inhumanidad del racismo. Hay momentos en que uno debe parar la lectura, hacer
una pausa, como cuando se cuenta que a los ocho años la autora fue violada por
su padrastro. Maya siente una cosa fofa sobre su carne. “Era algo demasiado
blando para tratarse de una mano y no parecía el contacto con la tela” (pág.
94). Y entonces nosotros experimentamos la náusea. Sentimos una avalancha de
experiencias (in)humanas. Las explicaciones manidas sobre la debilidad del ser
humano se reblandecen como si fueran de cartón. No bastan.
Quizás el impacto de este tipo de literatura en un lector europeo sea
doblemente rompedor, porque los grandes cambios del ser humano a mediados del
siglo XX los conocimos a través del existencialismo, de protagonistas que llevaban
la bola del mundo encima, se sentían extranjeros en su mundo, cargados de
pesimismo, de culpa. Son obras en que el mal suena como una gran campana, grave,
sugerente, pero en el fondo hueca. En esta novela el mal llega de fuera, muy
concreto, procede de los niños y adultos blancos que abusan de los de color, que
viven atemorizados por la violencia.
Esta entrega es la primera de una serie de siete libros auto-biográficos.
Abarca desde 1928 a 1944. Comienza cuando Bailey y su hermana Maya, cuatro y tres
años respectivamente, viajaron solos de California a Arkansas en un autobús;
los padres los mandaban a vivir con la abuela, la Yaya, en Stamps, un pequeño
pueblo sureño.
La abuela y un tío minusválido regentaban una tienda, a cuyo calor crecerán
los niños. Maya y Bailey son estudiantes aplicados, muy lectores, y aunque la
escuela carece de medios, su inteligencia y la innata sabiduría de la abuela
completan su educación. Un día, cuatro años después, apareció el padre en un coche
estupendo, que viene a buscarlos para llevarlos a vivir con la madre en San
Luis. Maya queda prendada de la belleza de la madre, que está entonces casada
con el señor Freeman, su violador. La madre, el abuelo, los tíos, todos ellos
sin embargo le hacen sentirse bien, protegida y libre en la gran ciudad, donde
el racismo se nota menos. Regresará a Stamps al cabo de un par de años. Relata
el efecto de las primeras lecturas de poesía, del agradable trato con su
primera amiga, mientras empieza a entender las formas de emancipación de su comunidad,
mediante los himnos religiosos. Las personas de color se entregan al canto para
liberar sus emociones, puntuado por una pregunta enunciada por el pastor:
“¿Cómo puedes decir que eres mi hermano y odiarme?” (pág. 159). Y siente el efecto
en los suyos de un combate de boxeo, donde Joe Louis, el “bombardero negro”,
tumbará a Pri-mo Carnera. Qué orgullo que uno de ellos, Joe Louis, fuera el
hombre más fuerte del mundo.
Sin embargo, la rabia de ser discriminada sigue latente. Cuando a los doce
años acude al acto de graduación en el colegio, los niños y sus padres acuden
vestidos de gala, un blanco estropeará el momento con unas palabras que no
ocultan la verdad. “Éramos criadas, granjeros, mozos y lavanderas, y cualquier aspiración
a algo superior era ridícula y presuntuosa” (pág.220)”. Era horrible ser negra
y no poder controlar mi propia vida” (pág. 220). Bailey y Maya regresaron a
California. Ella empezó la universidad, y termina siendo una empleada de los
famosos tranvías de San Francisco. La primera parte de su vida se resume así.
“La mujer negra se ve [...] atrapada en el triple fuego cruzado del prejuicio
masculino, el ilógico odio blanco y la falta de poder de los negros” (pág.
329).
[MAYA ANGELOU, YO SÉ POR QUÉ CANTA EL
PÁJARO ENJAULADO
Traducción de Carlos Manzano. Libros del Asteroide. Barcelona, 2016]
8. Textos y poemas.
- HISTORIA DE MARY PRINCE, ESCLAVA CARIBEÑA,
CONTADA POR ELLA MISMA, Mary Prince, 1831
Nuestra madre, llorando, me llamó aparte junto a
las niñas Hannah y Dinah y partimos por el camino hacia la ciudad de Hamble,
adonde llegamos a las cuatro de la tarde. Seguimos a mi madre hasta el mercado,
donde nos colocó en una larga fila con las espaldas apoyadas en los muros de
una gran casa y los brazos cruzados sobre el pecho. Yo, como era la mayor,
estaba en primer lugar, Hannah a mi lado, después Dinah, y nuestra madre a un
lado llorando. El corazón me latía de pena y terror tan violentamente que yo me
apretaba todo lo que podía el pecho con las manos pero ni aun así podía
mantenerlo tranquilo y continuaba agitándose como si fuera a estallar dentro de
mi cuerpo. Pero ¿quién se preocupaba por eso? ¿Acaso alguno de los que pasaban
y miraban sin prestar atención pensaba en el dolor que destrozaba el corazón de
una negra y sus hijas? ¡No! No es que fueran malos, me atrevería a afirmar,
pero la esclavitud endurece el corazón de los blancos hacia los negros; había
muchos que incluso hacían comentarios en alta voz contra nosotras sin ninguna
consideración hacia nuestra pena – aunque sus palabras frívolas cayesen como
cayena sobre las heridas frescas de nuestros corazones. Ay, esas gentes blancas
tienen corazones pequeños que sólo piensan en sí mismos...
Vi como mis hermanas eran
vendidas a diferentes compradores y, de esta forma, no nos quedó ni la alegría
de estar juntas en la esclavitud. Cuando la venta se acabó, mi madre nos besó y
nos abrazó y nos rogó que mantuviésemos un corazón limpio y cumpliésemos bien
el deber con nuestros nuevos amos. Fue una triste despedida; una se fue por un
lado, otra por otro y nuestra pobre madre volvió a casa sin nada...
- CHICO
NEGRO, Richard Wright, 1945
El sufrimiento de mi madre se transformó
en mis pensamientos en un símbolo de toda la pobreza, la ignorancia y la
desolación; los días y las horas postrados por el dolor, el desconcierto y el
hambre; el movimiento sin descanso, la búsqueda inútil, la incertidumbre, el
miedo, el horror; el dolor sin sentido y el sufrimiento sin final. Su vida
marcó el tono emocional de mi vida, coloreó a los hombres y mujeres que yo iba
a conocer en el futuro, condicionó mi relación con los acontecimientos que aun
no habían sucedido, determinó mi actitud hacia situaciones y circunstancias a
las que yo todavía tenía que enfrentarme. Un espíritu sombrío que nunca iba a
desaparecer se instaló sobre mí durante los lentos años del sufrimiento sin
alivio de mi madre, un espíritu sombrío que me haría desconfiar de la alegría
excesiva, que me haría prematuramente consciente de mí mismo, que me haría
estar siempre en movimiento, huyendo de un destino desconocido que intentaría
apoderarse de mí.
Me hizo desear ardientemente llegar hasta
el fondo de cualquier pregunta y descubrir el centro mismo del sufrimiento.
Sabía que allí lo encontraría. Me hizo profundizar en la sicología, en el
realismo y en el naturalismo y en aquellos remolinos de la política que
apelaban al ser humano en su totalidad. Me hizo buscar el bando de los hombres
en rebelión; me hizo amar la conversación sobre respuestas dadas a preguntas que
no podrían ayudar a nadie sino solamente mantener en mí ese sentimiento mezcla
de sorpresa y miedo ante el drama del sentimiento humano que se esconde bajo el
drama externo de la vida.
She told us that we are more alike than unalike;
That Black or White, gay or straight, none should be rejected,
That we need to stand tall for we’re made in God’s image.
We are all humans here and that needs to be respected.
That Black or White, gay or straight, none should be rejected,
That we need to stand tall for we’re made in God’s image.
We are all humans here and that needs to be respected.
The
Little Black Girl from Stamps, Guy B.
Johnson, abril 2015
[La pequeña negra de Stamps: Nos dijo que somos más iguales que desiguales;
que negros o blancos, homosexuales o
heterosexuales, ninguno debería ser rechazado, que tenemos que estar erguidos
pues estamos hechos a imagen de Dios. Todos somos humanos aquí y eso tiene que
ser respetado]
Estaba demasiado asustada
para aceptar la idea de que iba a reunirme con mi madre después de tanto tiempo.
Mi madre dijo: “Cariño, he estado pensando y ahora estoy segura. Eres la mejor mujer que he conocido.”
Fuiste
una madre terrible cuando éramos pequeños pero no ha habido una madre mejor
cuando hemos sido adultos”
Recuerda que, si te decides por el ejército, yo te apoyaré. Si decides
ser una puta, todo lo que te puedo decir es: se la mejor. No seas una sucia
fulana. Hazlo con clase.
(Encontraos en mi nombre)
- Todo mi
trabajo, mi vida, todo es supervivencia. Todo mi trabajo es para decir: “Puedes
encontrarte muchas derrotas, pero no puedes ser derrotado”. Black Women Writers at Work,
Claudia Tate, , 1983
- A bird
doesn’t sing because it has an answer, it sings because it has a song. Un
pájaro no canta porque tenga una respuesta, canta porque tiene una canción.
- “
.... “Un chalado negro se ha metido con
una señorita blanca. Algunos de los muchachos van a venir luego por aquí”. Aun
después de tantos y lentos años, recuerdo la sensación de miedo que me dejó la
boca seca y me abrió las carnes.”
- “Mientras que las muchachas blancas aprendían a
bailar el vals y a sentarse elegantemente con una taza de té apoyada en las
rodillas, nosotras quedábamos rezagadas aprendiendo los valores victorianos y
sin apenas dinero para abandonarnos a ellos.... Durante mi décimo año, la
cocina de una mujer blanca fue mi escuela de señoritas”.
- “Era
horrible ser negra y no poder controlar mi propia vida. Era cruel ser joven y
estar ya adiestrada para permanecer sentada y escuchar en silencio las
acusaciones contra mi color sin tener oportunidad de defenderme”.
- “Yo ya no
era simplemente un miembro del orgulloso curso que se graduaba en 1940; era un miembro orgulloso de la espléndida y
hermosa raza negra.... Oh, poetas negros
conocidos y desconocidos, ¿con qué frecuencia nos han sostenido vuestros
sufrimientos vendidos en pública subasta?”
- “Al cabo
de un mes, mis procesos mentales habían cambiado tanto, que ni yo misma me
reconocía apenas. La aceptación incondicional de mis compañeros había acabado
con mi habitual inseguridad. Qué extraño que fueran los niños sin hogar, el
légamo del desvarío de la guerra, quienes me iniciaron en la fraternidad
humana. Después de ir recogiendo botellas intactas y vendiéndolas con una chica
blanca de Missouri, una mexicana de Los Angeles y una negra de Oklahoma, nunca
iba a volver a sentirme tan sólidamente fuera de los límites de la especie
humana. La falta de críticas que revelaba nuestra tan particular comunidad me
influyó e infundió un tono de tolerancia a mi vida.”
- “La mujer
negra se ve atacada en la juventud por todas esas fuerzas comunes de la
naturaleza y, al tiempo, atrapada en el triple fuego cruzado del prejuicio
masculino, el ilógico odio blanco y la falta de poder de los negros”.
- I HAVE A DREAM, Martin L. King
Let us not wallow in the valley of
despair, I say to you today, my friends. And so even though we face the
difficulties of today and tomorrow, I still have a dream. It is a dream deeply
rooted in the American dream.
I have a dream that one day this nation will
rise up and live out the true meaning of its creed: "We hold these truths
to be self-evident, that all men are created equal."
I have a dream that one day on the red hills of
Georgia, the sons of former slaves and the sons of former slave owners will be
able to sit down together at the table of brotherhood.
I have a dream that one day even the state of
Mississippi, a state sweltering with the heat of injustice, sweltering with the
heat of oppression, will be transformed into an oasis of freedom and justice.
I have a dream that my four little children
will one day live in a nation where they will not be judged by the color of
their skin but by the content of their character.
I
have a dream today!
I have a dream that one day, down in Alabama, with its vicious
racists, with its governor having his lips dripping with the words of
"interposition" and "nullification" -- one day right there
in Alabama little black boys and black girls will be able to join hands with
little white boys and white girls as sisters and brothers.
I have a dream today!
I have a dream that one day every valley shall
be exalted, and every hill and mountain shall be made low, the rough places
will be made plain, and the crooked places will be made straight; "and the
glory of the Lord shall be revealed and all flesh shall see it together."
This is our hope, and this is the faith that I
go back to the South with.
With this faith, we will be able to hew out of
the mountain of despair a stone of hope. With this faith, we will be able to
transform the jangling discords of our nation into a beautiful symphony of
brotherhood. With this faith, we will be able to work together, to pray
together, to struggle together, to go to jail together, to stand up for freedom
together, knowing that we will be free one day.
And this will be the day -- this will be the
day when all of God's children will be able to sing with new meaning:
My country 'tis of thee, sweet land
of liberty, of thee I sing.
Land where my fathers died, land of
the Pilgrim's pride,
From every mountainside, let freedom
ring!
And
if America
is to be a great nation, this must become true.
And so let freedom ring from the prodigious
hilltops of New Hampshire .
Let
freedom ring from the mighty mountains of New York .
Let
freedom ring from the heightening Alleghenies of Pennsylvania.
Let
freedom ring from the snow-capped Rockies of Colorado.
Let
freedom ring from the curvaceous slopes of California .
But
not only that:
Let freedom ring from Stone Mountain of Georgia.
Let freedom ring from Lookout Mountain of Tennessee.
Let freedom ring from every hill and molehill of
From every mountainside, let freedom ring.
And when this happens, and when we allow
freedom ring, when we let it ring from every village and every hamlet, from
every state and every city, we will be able to speed up that day when all
of God's children, black men and white men, Jews and Gentiles, Protestants and
Catholics, will be able to join hands and sing in the words of the old Negro
spiritual:
Free at last! Free at last!
Thank God Almighty, we are free at last!
Traducción de Tomás Albadalejo:
No nos hundamos en el valle de la desesperación.
Aun así, aunque vemos delante las dificultades de hoy y mañana, amigos míos, os
digo hoy: todavía tengo un sueño. Es un sueño profundamente enraizado en el
sueño americano.
Tengo un sueño: que un
día esta nación se pondrá en pie y realizará el verdadero significado de su
credo: “Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas: que todos
los hombres han sido creados iguales”.
Tengo un sueño: que un
día sobre las colinas rojas de Georgia los hijos de quienes fueron esclavos y
los hijos de quienes fueron propietarios de esclavos serán capaces de sentarse
juntos en la mesa de la fraternidad.
Tengo un sueño: que un
día incluso el estado de Mississippi, un estado sofocante por el calor de la
injusticia, sofocante por el calor de la opresión, se transformará en un oasis
de libertad y justicia.
Tengo un sueño: que mis
cuatro hijos vivirán un día en una nación en la que no serán juzgados por el
color de su piel sino por su reputación.
Tengo un sueño hoy.
Tengo un sueño: que un
día allá abajo en Alabama, con sus racistas despiadados, con su gobernador que
tiene los labios goteando con las palabras de interposición y anulación, que un
día, justo allí en Alabama niños negros y niñas negras podrán darse la mano con
niños blancos y niñas blancas, como hermanas y hermanos.
Tengo un sueño hoy.
Tengo un sueño: que un día todo valle será alzado y toda
colina y montaña será bajada, los lugares escarpados se harán llanos y los
lugares tortuosos se enderezarán y la gloria del Señor se mostrará y toda la
carne juntamente la verá.
Ésta es nuestra esperanza. Ésta
es la fe con la que yo vuelvo al Sur. Con esta fe seremos capaces de cortar de
la montaña de desesperación una piedra de esperanza. Con esta fe seremos
capaces de transformar las chirriantes disonancias de nuestra nación en una
hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe seremos capaces de trabajar
juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a la cárcel juntos, de
ponernos de pie juntos por la libertad, sabiendo que un día seremos libres.
Éste será el día, éste
será el día en el que todos los hijos de Dios podrán cantar con un nuevo
significado “Tierra mía, es a ti, dulce tierra de libertad, a ti te canto.
Tierra donde mi padre ha muerto, tierra del orgullo del peregrino, desde cada
ladera suene la libertad”.
Y si América va a ser
una gran nación, esto tiene que llegar a ser verdad. Y así, suene la libertad
desde las prodigiosas cumbres de las colinas de New Hampshire. Suene la
libertad desde las enormes montañas de Nueva York. Suene la libertad desde los
elevados Alleghenies de Pennsylvania.
Suene la libertad desde
las Rocosas cubiertas de nieve de Colorado. Suene la libertad desde las curvas
vertientes de California.
Pero no sólo eso; suene
la libertad desde la Montaña de Piedra de Georgia.
Suene la libertad desde
el Monte Lookout de Tennessee.
Suene la libertad desde
cada colina y cada topera de Mississippi, desde cada ladera.
Suene la libertad. Y
cuando esto ocurra y cuando permitamos que la libertad suene, cuando la dejemos
sonar desde cada pueblo y cada aldea, desde cada estado y cada ciudad, podremos
acelerar la llegada de aquel día en el que todos los hijos de Dios, hombres
blancos y hombres negros, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán
capaces de juntar las manos y cantar con las palabras del viejo espiritual
negro: “¡Al fin libres! ¡Al fin libres! ¡Gracias a Dios Todopoderoso, somos al
fin libres!”
9. El espiritual negro
La
historia del afroamericano, sus sufrimientos, esclavitud y peregrinar por el continente
americano comienza en el año 1619, cuando un cargamento de 20 africanos es
llevado a Virginia. Desde 1619 hasta
1871, año en el que es abolida la esclavitud, se comercializaron 8.500.000
afroamericanos en América del Norte.
Los pobladores y conquistadores de la Nueva Tierra prometida provenían de distintos países (Holanda, Inglaterra, España, Francia...). Su cultura y religión eran diferentes, al igual que los africanos capturados, que pertenecían a países, tribus y clases sociales muy diferentes.
Los europeos esclavizaron hombres y mujeres del norte y de toda la costa atlántica de África. Tanto reyes como artesanos trabajaban y eran maltratados junto con guerreros y brujos procedentes de distintas tribus y localizaciones geográficas.
El elemento en común de todos los capturados y esclavizados era el sufrimiento, que expresaban a través de los calls ("llamadas"), mediante gritos y lamentos de desconsuelo en los que se desahogaban en medio de su mísera situación e invocaban una mejor suerte. Estos "lamentos" se producían en el trabajo y en las reuniones de carácter religioso (meeting camps), utilizando formas rítmicas elementales de clara ascendencia africana. Aunque, en principio, el hombre blanco las prohibió por miedo a insurrecciones, poco a poco fue permitiendo e incluso fomentando su práctica, pues se dio cuenta de que estos ritmos incrementaban la producción en sus tareas.
Los ritmos que se utilizaban permanecen y sus formas son distintas dependiendo de la zona de origen de los esclavos, pero hay que considerar que en África Occidental la música se utiliza para manifestar las emociones y los estados de ánimo.
La desesperación, la soledad y el abandono son los contenidos más repetidos en las primeras canciones interpretadas por los afroamericanos.
Posteriormente, estos temas se mantendrán, pero los ritmos que se desarrollan se hacen más lentos y, utilizando la expresión to feel blue ("sentirse deprimido"), nace el blues en el siglo XIX.
La enorme distancia que existía entre las creencias religiosas del hombre blanco y del hombre negro supuso que los ritmos africanos se prestasen, inicialmente, tan sólo a recoger los sufrimientos humanos de la vida diaria. Hay que esperar a finales del siglo XVIII para escuchar las primeras interpretaciones de ritmos africanos con mensajes bíblicos.
La Iglesia Anglicana envió Pastores para la evangelización de los oprimidos. Los colonos se opusieron a pesar de que en los primeros tiempos los predicadores justificaban la suerte del esclavo y el predominio del blanco. Pero a medida que pasa el tiempo, los responsables de las Iglesias Baptista, Presbiteriana y Metodista se acercan a la comunidad de esclavos trasmitiendo las enseñanzas de la fe cristiana, basada fundamentalmente en la esperanza. Sus claros y sencillos mensajes, unidos a las creencias ancestrales de los esclavos, se trasladan a la música concretándose en la repetición de las estrofas más impactantes, coreadas por la comunidad y recitadas por el predicador.
Mediante la utilización de la música de África Occidental y los himnos anglosajones se logra reflejar musicalmente las circunstancias del colectivo de esclavos, consiguiendo ser el medio más eficaz de dar libertad a sus emociones. Textos bíblicos acomodados por los propios esclavos, combinación de ritmos africanos y anglosajones improvisados e interpretados de forma desgarrada por los predicadores en los templos y contestados por los fieles, constituyen el nacimiento del espiritual negro.
Estos cantos, que tienen su origen en los templos, se desarrollan en los camps meeting, reuniones de carácter religioso, en donde, en fechas especiales, se congrega un cada vez mayor número de negros para dialogar sobre sus credos e interpretar sus canciones. La situación de los esclavos, el ambiente de éxtasis y las nuevas creencias desembocan, en ocasiones, en reuniones musicales que rozan la histeria y el espíritu del poseído.
La interpretación del predicador es contestada con exaltación del pueblo. Se improvisa, se baten las palmas y, en el momento de mayor éxtasis, se baila desenfrenadamente en círculos golpeando el suelo con los pies. Al día siguiente, vuelta a la esclavitud olvidada por unas horas.
Los pobladores y conquistadores de la Nueva Tierra prometida provenían de distintos países (Holanda, Inglaterra, España, Francia...). Su cultura y religión eran diferentes, al igual que los africanos capturados, que pertenecían a países, tribus y clases sociales muy diferentes.
Los europeos esclavizaron hombres y mujeres del norte y de toda la costa atlántica de África. Tanto reyes como artesanos trabajaban y eran maltratados junto con guerreros y brujos procedentes de distintas tribus y localizaciones geográficas.
El elemento en común de todos los capturados y esclavizados era el sufrimiento, que expresaban a través de los calls ("llamadas"), mediante gritos y lamentos de desconsuelo en los que se desahogaban en medio de su mísera situación e invocaban una mejor suerte. Estos "lamentos" se producían en el trabajo y en las reuniones de carácter religioso (meeting camps), utilizando formas rítmicas elementales de clara ascendencia africana. Aunque, en principio, el hombre blanco las prohibió por miedo a insurrecciones, poco a poco fue permitiendo e incluso fomentando su práctica, pues se dio cuenta de que estos ritmos incrementaban la producción en sus tareas.
Los ritmos que se utilizaban permanecen y sus formas son distintas dependiendo de la zona de origen de los esclavos, pero hay que considerar que en África Occidental la música se utiliza para manifestar las emociones y los estados de ánimo.
La desesperación, la soledad y el abandono son los contenidos más repetidos en las primeras canciones interpretadas por los afroamericanos.
Posteriormente, estos temas se mantendrán, pero los ritmos que se desarrollan se hacen más lentos y, utilizando la expresión to feel blue ("sentirse deprimido"), nace el blues en el siglo XIX.
La enorme distancia que existía entre las creencias religiosas del hombre blanco y del hombre negro supuso que los ritmos africanos se prestasen, inicialmente, tan sólo a recoger los sufrimientos humanos de la vida diaria. Hay que esperar a finales del siglo XVIII para escuchar las primeras interpretaciones de ritmos africanos con mensajes bíblicos.
La Iglesia Anglicana envió Pastores para la evangelización de los oprimidos. Los colonos se opusieron a pesar de que en los primeros tiempos los predicadores justificaban la suerte del esclavo y el predominio del blanco. Pero a medida que pasa el tiempo, los responsables de las Iglesias Baptista, Presbiteriana y Metodista se acercan a la comunidad de esclavos trasmitiendo las enseñanzas de la fe cristiana, basada fundamentalmente en la esperanza. Sus claros y sencillos mensajes, unidos a las creencias ancestrales de los esclavos, se trasladan a la música concretándose en la repetición de las estrofas más impactantes, coreadas por la comunidad y recitadas por el predicador.
Mediante la utilización de la música de África Occidental y los himnos anglosajones se logra reflejar musicalmente las circunstancias del colectivo de esclavos, consiguiendo ser el medio más eficaz de dar libertad a sus emociones. Textos bíblicos acomodados por los propios esclavos, combinación de ritmos africanos y anglosajones improvisados e interpretados de forma desgarrada por los predicadores en los templos y contestados por los fieles, constituyen el nacimiento del espiritual negro.
Estos cantos, que tienen su origen en los templos, se desarrollan en los camps meeting, reuniones de carácter religioso, en donde, en fechas especiales, se congrega un cada vez mayor número de negros para dialogar sobre sus credos e interpretar sus canciones. La situación de los esclavos, el ambiente de éxtasis y las nuevas creencias desembocan, en ocasiones, en reuniones musicales que rozan la histeria y el espíritu del poseído.
La interpretación del predicador es contestada con exaltación del pueblo. Se improvisa, se baten las palmas y, en el momento de mayor éxtasis, se baila desenfrenadamente en círculos golpeando el suelo con los pies. Al día siguiente, vuelta a la esclavitud olvidada por unas horas.
Gospel
Desde finales del siglo
XVIII la expresividad musical de los espirituales negros trasciende el círculo
de los esclavos. Los templos en donde se interpretan son visitados ahora por
blancos que, llamados por la curiosidad, se acercan para conocer esa nueva
forma de hacer y de sentir la música y las enseñanzas del Evangelio.
Tras la abolición de la esclavitud, oficialmente en 1863, se hace partícipe de esta música al conjunto de la sociedad. Para ello se dulcifican las formas más arcaicas de interpretación, se tienen más en cuenta las armonías europeas y la música ancestral se armoniza y se pauta.
Esta mayor popularización de los espirituales no significa perder sus orígenes, pues su éxito se debe a la forma de cantarlos, a transportar el "alma" del negro a la música, cuyo fondo se encuentra entre el lamento y la oración.
Esta forma más universal de interpretar los antiguos espirituales negros y de crearlos a partir de esas nuevas pautas nos adentran en el gospel, que goza de tal aceptación que, a partir de 1870, la comunidad negra comienza a explotarlo comercialmente.
En el siglo XX, en la década de los años 30, se crea la Convención Nacional de Gospel. A partir de ese momento cobra relevancia el solista en los himnos religiosos; entre los años 40 y 60 se vuelve al gospel coral, otorgándose gran importancia a las coreografías llamativas propias del Pop Art. Desde entonces, los ritmos del gospel se incorporan al desarrollo de la música profana, llevándolos hasta el soul y encumbrando a las grandes estrellas que lo interpretan, como fueron, entre otras, Tramaine Hawkins o Aretha Franklin.
Tras la abolición de la esclavitud, oficialmente en 1863, se hace partícipe de esta música al conjunto de la sociedad. Para ello se dulcifican las formas más arcaicas de interpretación, se tienen más en cuenta las armonías europeas y la música ancestral se armoniza y se pauta.
Esta mayor popularización de los espirituales no significa perder sus orígenes, pues su éxito se debe a la forma de cantarlos, a transportar el "alma" del negro a la música, cuyo fondo se encuentra entre el lamento y la oración.
Esta forma más universal de interpretar los antiguos espirituales negros y de crearlos a partir de esas nuevas pautas nos adentran en el gospel, que goza de tal aceptación que, a partir de 1870, la comunidad negra comienza a explotarlo comercialmente.
En el siglo XX, en la década de los años 30, se crea la Convención Nacional de Gospel. A partir de ese momento cobra relevancia el solista en los himnos religiosos; entre los años 40 y 60 se vuelve al gospel coral, otorgándose gran importancia a las coreografías llamativas propias del Pop Art. Desde entonces, los ritmos del gospel se incorporan al desarrollo de la música profana, llevándolos hasta el soul y encumbrando a las grandes estrellas que lo interpretan, como fueron, entre otras, Tramaine Hawkins o Aretha Franklin.
Jazz, espirituales negros, blues, ragtime. . . .
La presencia de los esclavos negros en
América genera una música que en el Caribe adopta la forma de calipso, en
Brasil, la samba y en los Estados Unidos dará lugar a los espirituales negros,
el blues y el jazz.
Por ello, para comprender
el Jazz hemos de fijarnos en sus antecedentes africanos. La música africana es
el producto de una actividad comunitaria de la tribu. Hay ritmos para cualquier
acontecimiento o para los actos y faenas cotidianas, hasta el punto que la
música llega a ser parte del alma africana. Una
de sus características básicas es crear una gran variedad de ritmos, empleando
figuras simples; es una música polirrítmica, de gran variedad de escalas, y con
la presencia del melisma o prolongación de una sílaba.
Los instrumentos africanos más clásicos
son los idiófonos que consisten en cualquier objeto que haga ruido siendo el
tambor el más popular por su gran variedad y riqueza rítmica.
El jazz
y el blues resulta, así pues, de la fusión de elementos rítmicos de origen
negro, de melodía de origen euroafricano y de armonía de origen europeo.
Los blues tienen una carga profundamente
melancólica y su contenido es de carácter social pues se relata la vida del
negro, su procedencia, sus desventuras, su infravaloración por el blanco y
ausencia de derechos.
Teniendo como raíz el blues se desarrolló el rhythun
and blues, que tendrá importancia por ser el antecedente del rock and roll
- El ragtime
es composición
esencialmente de piano, de gran ritmo, cuyo origen parece ser que puede
encontrarse en los pianistas que imitaban a las bandas de Nueva Orleáns.
10. Bibliografía
en español:
-
RHYS, Jean. Ancho mar de los Sargazos. Cátedra,
Letras Universales.
-
HURSTON, Zora
N.. Sus ojos miraban a Dios. Femenino
Lumen.
-
ANGELOU,
Maya. Yo sé por qué canta el pájaro
enjaulado. Femenino Lumen.
-
WALKER,
Alice. El color púrpura.
-
MORRISON,
Toni. Ojos azules. Ediciones B.
Sula. Ediciones B.
Beloved. Plaza y Janés.
-
KINCAID, JAMAICA. Annie John
Lucy
-
DANTICAT, Edwige. Palabra, ojos,
memoria. Ediciones del Bronce.
¿Krik?
¡Krak!. Femenino Lumen.
-
ACHEBE,
Chinua. Todo se desmorona. Étnicos del Bronce.
-
DANGAREMBGA,
Tsitsi. Las cuatro mujeres que amé. Étnicos del Bronce.
-
SMITH, Zadie.
Dientes blancos. Ediciones
Salamandra.
-
SÁLEH,
Táyyeb. Época de migración al norte. Huerga y Fierro , Madrid , 1998.
“Todos los años, veía yo el campo situado frente a la Tienda volverse de un
verde oruga y después, gradualmente, blanco como la escarcha. Sabía exactamente
cuánto tiempo pasaría hasta que los grandes camiones entraran en el patio
delantero y cargasen, al amanecer, a los recolectores de algodón para llevarlos
a las plantaciones que habían sobrevivido
desde la épica de la esclavitud.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario