jueves, 18 de diciembre de 2014

Veinticuatro horas en la vida de una mujer, Stefan Zweig



VEINTICUATRO HORAS EN LA VIDA DE UNA MUJER, STEFAN ZWEIG
 

1. Stefan Zweig (Viena, 1881- Petrópolis, Brasil, 1942)




Stefan Zweig es sin duda, uno de los grandes escritores del siglo XX, y su obra ha sido traducida a más de cincuenta idiomas.
La cultivada Viena donde nació Zweig, de acomodada familia judía, oriunda de Moravia, era una ciudad única en el mundo. En este ambiente supercivilizado se forma Zweig, que ha sido uno de los más populares escritores de este curioso período comprendido entre las dos guerras mundiales.
Su vocación literaria es muy temprana. En la gramática latina, siendo estudiante, esconde versos de Rilke. El primer ensayo en prosa, que remite al periódico más prestigioso de Viena es aceptado. No tarda en traducir poemas de Verhaeren para las revistas y publicar sus primeros versos de bachiller: Cuerdas de plata.


Tras obtener el título de doctor en Filosofía, reside un año en París. Luego va a Londres y se siente fascinado por la obra del poeta William Blake. Viaja por España, Italia y Holanda. De vuelta conoce en Leipzig a Kippenberg, el director de la prestigiosa editorial Insel, y traba con él una amistad que nunca declina. La primera novela corta de Zweig, escrita en los años 1910 y 1911, es Ardiente secreto. Visita la India, Norteamérica y Panamá. En 1917, la editorial Insel publica Jeremías. En 1919 vuelve a Austria. Publica Tres maestros.  En 1921 aparecen Los ojos del hermano eterno y Amok.
Durante la primera guerra mundial tuvo que exiliarse a Zurich a causa de sus ideas pacifistas. Desde 1919 a 1935 Zweig fija su residencia en Salzburgo. En 1928 se casa con su secretaria. En 1935 se establece como exiliado en  Inglaterra. A poco de estallar la segunda guerra mundial busca refugio al otro lado del Atlántico y se establece en Brasil. Convencido de la definitiva destrucción de los valores culturales y espirituales europeos bajo la bota totalitaria del nazismo de Hitler, se quita la vida, junto a su esposa en 1942. El trágico fin de su vida ocurrió en Río de Janeiro. Su entierro, celebrado en Río con honores de jefe de estado, fue un acto multitudinario.
Los centenares de miles de ejemplares de sus obras que se han vendido en todo el mundo atestiguan que Stefan Zweig es uno de los autores más leídos del siglo XX.  Zweig se ha labrado una fama de escritor completo y se ha destacado en todos los géneros. Como novelista refleja la lucha de los hombres bajo el dominio de las pasiones con un estilo liberado de todo tinte folletinesco. Sus tensas narraciones reflejan la vida en los momentos de crisis, a cuyo resplandor se revelan los caracteres; sus biografías, basadas en la más rigurosa investigación de las fuentes históricas, ocultan hábilmente su fondo erudito tras una equilibrada composición y un admirable estilo, que confieren a estos libros categoría de obra de arte. En sus biografías es el atrevido pero devoto admirador del genio, cuyo misterio ha desvelado para comprenderlo y amarlo con un afecto íntimo y profundo. En sus ensayos analiza problemas culturales, políticos y sociológicos del pasado o del presente con hondura psicológica, filosófica y literaria.
Pero, ¿por qué han tenido tanta resonancia y tanto éxito sus obras? El mismo Zweig nos da la clave en su Autobiografía: " ... el inesperado éxito de mis libros proviene, según creo, en última instancia de un vicio personal, a saber: que soy un lector impaciente y de mucho temperamento. Me irrita toda facundia, todo lo difuso y vagamente exaltado, lo ambiguo, lo innecesariamente morboso de una novela, de una biografía, de una exposición intelectual. Sólo un libro que se mantiene siempre, página tras página sobre su nivel y que arrastra al lector hasta la última línea sin dejarle tomar aliento, me proporciona un perfecto deleite. Nueve de cada diez libros que caen en mis manos, los encuentro sobrecargados de descripciones superfluas, diálogos extensos y figuras secundarias inútiles, que les quitan tensión y les restan dinamismo".
Toda una época de guerras y de esplendor a un mismo tiempo encuentra un fiel reflejo en la obra polifacética, brillante y en cierto sentido única de Stefan Zweig.


2. Obra:

- Teatro

 - Poemas

  - Ficción

-  Biografías

      -  Autobiografía

      -  No ficción






3. Veinticuatro horas en la vida de una mujer:

-  Fecha de publicación: 1929

-  Género: novella

-  Tiempo y ambientación: La Riviera Francesa, diez años antes de la Primera Guerra Mundial, hacia 1900

-  Punto de vista doble: narrador/ escritor y Mrs. C, ambos escriben en primera persona

-  Personajes: narrador
                      Mrs. C
                      Aristócrata polaco

- Temas:
   Profundidad sicológica en el análisis de los sentimientos de una mujer; conocimiento profundo del alma femenina
               Profundidad sicológica en el análisis de un hombre joven autodestruido por el juego
               El sentimiento de la culpa
               La pasión momentánea y sus consecuencias
               Crítica de una educación y una sociedad hipócritas y sus consecuencias en la vida de una mujer (paralelismos con M. Bovary y Ana Karenina)

- Recursos estilísticos:
 Ritmo rápido y conciso propio de la novella
                                    Utilización brillante de la primera persona, del estilo directo e indirecto y del doble punto de vista; el uso de los puntos suspensivos en los momentos de mayor tensión emocional
                                    Presentación de la historia con un suceso paralelo – la huída de una pareja en el balneario
                                    Estilo confesional y contenido pero impregnado de una profunda emoción, nunca cercana al sentimentalismo
                                    Descripción del ambiente del balneario y sus huéspedes, especialmente el casino, mediante sus manos.

4. Stefan Zweig se suicidó en 1942 tras ver a Europa "destruirse a sí misma".


El manuscrito, en alemán, fue publicado ayer en Internet por la Biblioteca Nacional de Israel. El motivo fue el 70 aniversario de la muerte del literato, periodista e intelectual judío. (El País, Madrid 23 FEB 2012)

Stefan Zweig y su 'declaración' de despedida

El gran biógrafo intelectual, el hombre que cifró la historia de la humanidad en un puñado de momentos estelares no pudo haber dejado este mundo sin una buena declaración de intenciones. Según se ha podido saber con motivo del setenta aniversario de su suicidio, el novelista austriaco Stefan Zweig tomó la decisión "en el momento apropiado", tras haber visto a Europa, su "patria espiritual", entonces inmersa en la Segunda Guerra Mundial, "destruirse a si misma", según una nota de que ve la luz ahora.
El manuscrito, redactado en alemán, fue publicado el miércoles en Internet por la Biblioteca Nacional de Israel. Zweig huyó a Brasil en 1936, tres años después de que los nazis hubiesen tomado el poder en Alemania y dos antes de que invadiesen su país natal. El escritor ingirió un veneno letal con su mujer, Lotte, en la ciudad de Petrópolis, a 66 kilómetros de Río de Janeiro.
En la nota, encabezada con el portugués "declaraçao" (declaración) y luego desarrollada en alemán, Zweig explica que dice adiós a este mundo "de propia voluntad y con la mente clara" y agradece a Brasil su hospitalidad.
"Cada día he aprendido a amar más este país, y no habría reconstruido mi vida en ningún otro lugar después de que el mundo de mi propio lenguaje se hundiese y se perdiese para mí, y mi patria espiritual, Europa, se destruyese a si misma", escribió.
Pero, continúa, rehacer una vida pasados los sesenta años de edad requiere "poderes especiales", cuando "su propio poder se ha gastado tras años de errar sin hogar".
"Prefiero, pues, poner fin a mi vida en el momento apropiado, erguido, como un hombre cuyo trabajo cultural siempre ha sido su felicidad más pura y su libertad personal. Su más preciada posesión en esta tierra", argumenta antes de desear a todos sus amigos que "vivan para ver el amanecer tras esta larga noche".
La nota fue recogida por la policía brasileña, que tuvo que recurrir a un doctor judío local para traducirla del alemán.
El médico pidió entonces quedarse con el original por su significado histórico, pero la policía se negó, porque lo necesitaba como evidencia en el caso. El mismo doctor compró la nota veinte años después a un policía jubilado y en los noventa la donó a la Biblioteca Nacional de Israel, ubicada en Jerusalén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

X

  • RYRUUY